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"Ha habido muchas duquesas de Westminster,

                       CHANEL UNA SOLA"                      

Por Karla Martínez

“Para ser irremplazable hay que ser diferente”, alguna vez lo dijo la revolucionaria modista que cambió el modo de vestir de cientos de mujeres y logró ser catalogada como una leyenda de la moda. Su peculiar actitud y su sencillez al confeccionar, la llenaron de magia y fama convirtiéndola así en una de las diseñadoras más influyentes de la historia.

 

El 19 de agosto de 1883 el sol brilló con esplendor, el cielo se vistió con su mejor traje aperlado y las hojas de los árboles danzaron elegantemente junto con el viento. Ese día Francia recibió el nacimiento de una niña que con ninguna esperanza de sobresalir, por la vida precaria que vivía su familia, logró que todo el mundo la conociera. Logró posicionar el nombre de Coco Chanel.

 

Gabrielle Bonheur Chanel, de pequeña sólo ansiaba ser amada; todos los días pensaba cómo quitarse la vida, aunque en el fondo ella ya se sentía muerta. La bronquitis le quitó a su madre y su padre la abandonó, junto con su hermana, en el convento Aubazine, donde albergaban niñas huérfanas. La tragedia parecía perseguirla, por lo que decidió no aceptar su pasado y comenzó a inventar historias sobre su vida para esconder su condición humilde.

Foto: barbarainwonderlart.com

Fuerte y decidida, sus ansias de libertad e independencia la empujaron a abandonar el orfanato a la edad de 21 años. Consiguió trabajo de costurera pero el don que emergía de sus manos no era suficiente económicamente por lo que intercaló actuaciones como cantante en el café La Rotonde. Su voz no era afinada y con sólo dos temas en su repertorio, la canción “Qui qu'a vu Coco? (¿Quién ha visto a Coco en el Trocadero)” tuvo una gran aceptación pues al momento de interpretarla irradiaba un encanto que a los militares enamoró. Fue allí donde comenzaron a llamarla “le petite Coco”, nombre que después se convertiría en una leyenda.

Foto: www.abc.es

En contra de los corsés y amante del cigarro y la ropa cómoda, Coco Chanel es la única diseñadora de modas que figura en la lista de las 100 personas más influyentes del siglo XX de la reconocida revista Time. Gracias a su visión y preocupación por la vida cotidiana de la mujer, logró romper la rígida y acartonada elegancia de la Belle Époque, dándole paso a liberación de las telas en las prendas.

 

Chanel, de estatura baja pero de sueños altos, aspecto débil pero carácter fuerte resultó ser una gran luchadora. El marco de su rostro ovalado es el cabello, con ondas como espiral, negro resplandeciente. Sus escasas cejas reposan para dar abertura a una mirada color moca, penetrante y desafiadora. Carmín en sus labios y perlas en sus dientes hacen de su simple sonrisa un estallido en los hombres.

 

Su carrera en la industria de la moda comenzó con la creación de sombreros para sus amigas. Se fue desarrollando con la confección del ya conocido vestido negro y desafió a la sociedad cortando las faldas arriba de la rodilla. Su línea de ropa se volvió exitosa gracias a la capacidad de innovar; desde ese momento empezó a subir peldaños dentro de la capital de la moda, París. En los años 20 la consideraron la gran dama de la moda francesa, revolucionando desde el corte de cabello hasta los pantalones en las mujeres. Coco Chanel se transformó en el símbolo de la mujer moderna, activa y liberada que pudo vestir cómo quiso.

Después de crear un imperio dentro de la moda, estaba dispuesta a ir por más, por lo que en 1921 crea, junto con el químico Ernest Beaux, el perfume Chanel No. 5. Una fragancia que contenía alrededor de 80 ingredientes y se distinguía de los de esa época; fue uno de los más vendidos por lo que se convirtió en un clásico. Marilyn Monroe convirtió la esencia en un emblema, cuando en una entrevista aseguró a los reporteros que lo único que llevaba a dormir eran unas gotas del no. 5.

Gabrielle no sólo cautivó con sus diseños y pizcas de originalidad, también lo hizo con su carisma y singular belleza. A lo largo de su vida, la mayoría de sus latidos fueron por el universo de la moda pero en ocasiones su corazón palpitaba a mayor velocidad cuando estaba ilusionada con algún hombre. Una inmensa lista de hombres formó parte de las fantasías románticas de Chanel, pero con ninguno se casó.

 

A pesar de sus escasos lujos del pasado y la desdicha siguiendo sus pasos, Gabrielle Bonheur Chanel no se rindió y demostró que con martillazos de vocación y taladrazos de amor, logró sobresalir. Dejó claro que la “moda es Coco Chanel y Coco Chanel es la moda.” Buscó lo diferente para ser irremplazable y lo reconoció: “ha habido muchas duquesas de Westminster, Chanel hay una sola.”

 

 

El 1° de enero de 1971 no sólo dio la bienvenida a un nuevo año, también a un taciturno presagio. El cielo azulado se tornó grisáceo y nebuloso, al momento en que la mucama de Coco la escuchó gritar. Atormentada corrió al cuarto y la vio llena de lágrimas. “Me están matando”, se quejó Chanel. “¿Quiénes, mademoiselle?”, respondió la mucama. Las últimas palabras de Gabrielle Coco Chanel fueron: “Mira, así se muere.”

Foto: lookandfashion-static.hola.com

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